Una importante evolución se produjo, al menos, en la gráfica de las campañas políticas a partir de los ‘90.
Hasta entonces los afiches partidarios proponían mejoras y realizaciones para los votantes que, rara vez o, digámoslo, jamás eran cumplidas. A partir de allí estas campañas se limitaron a mostrar las fotografías de los candidatos, por lo que no se generaba margen para reproche alguno, ya que nada prometían. Sobre lo único que cabía opinar era sobre la mayor o menor calidad de los fotógrafos para ejercer la habilidad de conferirles a los rostros de los distintos y múltiples candidatos un aspecto módicamente respetable. En materia opinable se transformaron también los diseñadores que, con esmerado manejo de Photoshop, trucaban ciertas tomas de manera que cualquier cocoliche aparecía pegado junto al personaje más encumbrado del partido, a quien, por supuesto, ni conocían. Pero el más elemental a b c de aquella política les marcaba que convenía estar a su lado ya que había logrado encaramarse en ese lugar de privilegio por ser el más “ligero para los mandados” de los “militantes”. Estos duros conceptos indicarían que alguna vez haya sido quién los suscribe, partidario del popular: “Qué se vayan todos!”. Craso error, amigos... Propuse, en aquel momento, y continúo proponiendo: ¡que se queden todos!, pero en sus fastuosas casas y que no se candidateen nunca más a ningún cargo público.
Manuel-
a la luz de los acontecimientos realmente es lógico que se acentúen las campañas publicitarias.
ResponderEliminarUn cura, un militar o un político son seres que necesitan mucha publicidad para concretar su rol.....La venta de nada!
.....y abogados, politologos,internacionalistas, en fin...incluyendo a los mas necesitados, los magos publicistas creadores de un mundo de la nada
Yo no pude esperar al domingo tampoco.
ResponderEliminarLa verdad qué bueno lo que decís, me gusta mucho.
Veo que tenemos algunas coincidencias al valorar a este selecto grupete de parásitos.
ResponderEliminarMe contaron de un político, querido Raúl, que vivía en un país tan frio que se metía las manos en sus propios bolsillos.
Quería que la casa estuviera mínimamente ordenada para recibir a tan valiosos visitantes, viki.
ResponderEliminarY por supuesto que me gusta mucho que te guste.
Gracias por estar.
Demasiado benevolente usted. Yo les deseo un largo vivir reventado entre sombras sin revivir jamás en sus fastuosas bóvedas apropiadas como todo lo demás.
ResponderEliminarPalabra de verificación: recyst.
Bueno, palabra de verificación muy apropiada para el "mensajito", viru. Estos muchachos recyst...en a sentir un mínimo de pudor y emergen de su podredumbre, permanentemente, como fantasmas del mal.
ResponderEliminar