Hay una primera vez en que el sexo llega a nosotros. Es la muy ansiada concreción del intuido y esperado amor. Luego vendrán la ruptura, la pérdida, el dolor, el duelo.
Pero es tanta la juventud y las ganas de vivir que un día el amor y el sexo reaparecen con su magia, y comenzamos a perder inocencia y a aceptar y valorar aquella frase que nos resultaba como cínica: “En la variedad está el gusto”.
Hoy, pisando la vejez, en ese período de la vida que la sabiduría popular ha dado en denominar “del lobo feroz”, porque andamos tras Caperucita pero terminamos junto a la abuelita, cobra vigencia una nueva y dramática frase:
“En la variedad está el susto”.
Manuel-
sí, me contó Avilita... podés decírmelo vía msn o fono, si querés. vos chiflá, manuelillo.
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