Ciertas corrientes de pensamiento pretenden que el arte sea puro, absolutamente subjetivo.
Que no se contamine de ideología.
Concretamente, que no se meta en política.
Sin embargo los políticos viven incursionando en el arte: haciendo teatro, viven. Verseando, escribiendo con el puño y borrando con el codo, en un pase casi de malabarimo, logrando desaparecer fortunas del erario público que al tiempo reaparecen como propias, mediante la realización de un increíble acto de magia. Y para completar, sin pincel, a pura labia, nos pintan permanentemente un maravilloso futuro de pura ficción.
Manuel-
No me des más máquina, Manuelín...
ResponderEliminarNo es mi intención, viru. Intento la utopía mayor: que todo el mundo ponga el ojo sobre la clase política, y estos, presa de un profundo sentido de culpa, abandonen la fea costumbre de chorear.
ResponderEliminarLos políticos de cualquier signo, suponiendo que para ellos exista alguno más que el signo peso.
Perdón, viru, creo que la cagué más todavía.
No hay maldad, como diría nuestro entrañable Fidel Pintos.
¿Abandonarla? Ja... no me hagas reír que me descompongo.
ResponderEliminarTranqui, Manu, sé que no llevás maldad. Yo tampoco, y creo que también ya lo sabés.
Palabra de verificaciób: begge (¿no es dulcemente sonora?)
Tiene mucho swinw ¿se escribirá así? también tiene el comienzo de un balído...beeee Tango:"...y sales ufano a buscar un begge n..." Muy sonora la palabrita, viru. Si.
ResponderEliminardime cuanto choreas y te diré cuan político eres....
ResponderEliminarsalute hermano
Como el petróleo cuando se derrama hay un chorro de políticos choros difícil de contener y que sólo contaminan, master.
ResponderEliminarGran abrazo.